Este artículo va dedicado a la figura de esas personas que, sin ocupar un cargo diplomático o cargo público, están siendo embajadores, diplomáticos y representantes de comercio internacional de nuestro país. Algunos hasta aprovechando los desplazamientos en vacaciones.
Y es que me pregunto, dentro del amplio espectro de los equipos públicos que tenemos en plantilla fija, ¿para quiénes trabajan y quiénes se están beneficiando de esas relaciones internacionales?
Pues, a mi modo de entender, personas normales, sin manerianismos*, sin actitudes esnob y sin excesivas burocracias, resuelven mucho mejor la prosperidad y calidad de vida de otras personas; lo que es peor, arriesgando su propio patrimonio y sin un sueldo fijo público. Una tarea sin reconocimientos y de la que muchos después pretenden beneficiarse.
Si formas parte de esos equipos de funcionariado público y quieres ayudar aportando valor al sector privado, asesoría de una forma real, contáctame. Quizás podamos crear interesantes sinergias a la par de hacer entender a los países donde nos estamos representando por qué ellos deberían pagar por ser representados en un lugar como el nuestro, siendo la puerta de Europa; una tarea que en la mayoría de casos se realiza de forma altruista. Además, podré darte feedback de cómo está funcionando la atención de ICEX fuera de nuestras fronteras en cuanto a bases de datos.
Seguro que con enfoques en esta línea, se reducirá considerablemente el gasto público irrelevante y dará paso a la creación de riqueza colectiva, a la par que protegemos nuestra soberanía de forma sana.
*Manerianismo = Estilo artístico que surgió en Italia a comienzos del siglo XVI y que se caracteriza por la abundancia de las formas difíciles y poco naturales.
Deja una respuesta